TALLER DE AUTORRETRATO

Hoy hemos realizado en clase una actividad muy interesante y divertida, la cual requiere concentración y observación. Hemos dispuesto de dos horas para la explicación de la tarea, así como los pasos a seguir y su realización.

Estas actividades, normalmente, no son habituales. Por lo que nos cuesta mucho más adaptarnos a su desarrollo, dando lugar a resultados más abstractos. Pero estoy segura de que todo se basa en la práctica.

¿Qué es un autorretrato y para qué sirve? El autorretrato se define como un retrato hecho de la misma persona que lo realiza, es decir, nos dibujamos a nosotros mismos. Es uno de los ejercicios de análisis más profundos que puede hacer un artista. Implica la exploración del rostro y conocerse hasta tal punto que la expresión que tenga en ese momento se traduzca en el dibujo o la pintura que aborda 

Antes de realizar nuestro autorretrato, empezamos practicando un poco las diferentes partes del rostro. Primero dibujamos un ojo, después tras saber su estructura pasamos a dibujar los dos ojos y la nariz. 

El proceso fue el siguiente. Tuvimos que dividir la hoja entres secciones. En la primera sección, tanto mis compañeros como yo, dibujamos un ojo proyectado en la pizarra táctil del aula de plástica. Después, en la segunda y tercera sección pasamos a dibujar algo más complejo, ambos ojos junto a la nariz, teniendo que hacer varias líneas y un triángulo para que quedara bien cuadrado y con buenas dimensiones.

 

Tras haber llevado a cabo el proceso anterior, practicando un poco y teniendo ya la idea de los patrones,  pasamos a dibujar nuestro propio rostro. Para ello el profesor nos facilitó un folio en blanco, el cual dividí en tres secciones como la ves anterior. Pero además, también realicé una línea vertical en el centro del papel para el dibujo me quedara simétrico y céntrico. Tras haber realizado las líneas y los límites necesarios, comencé a dibujar los ojos y las cejas, pasando después a la nariz y por ultimo a la boca. Al acabar de dibujar mi rostro, comencé a representar la forma de mi cara y el pelo. Además añadí la parte del cuello, el collar que levaba puesto y la parte del jersey que se veía.

Como conclusión, creo que es una actividad apta para niños, ya que además de ser divertida fomenta su observación y la atención. Otro punto a favor es que desarrollan su imaginación y generan un autoconocimiento de su cuerpo, reflexionando acerca de él y desarrollando habilidades para la resolución de ciertos problemas.